ADRIANA DIAZ CROSTA
(Santo
Tomé-Santa Fe-Argentina)
Te lo digo
despacito
lento
Tengo un
suplicio de tulipanes
cruces en el
cuerpo
y a Cupido
colgadito
del techo
Quiero
decírtelo sin vueltas
después de
gritar mi desaliento
Me urge
hablarte
con hocico
de loba taciturna
harta de
tanto entierro
porque
entre el
gemir de manos apagadas
sos un
raspón de nubes
una
polvareda de vidrios entre sueños
Y en buena
ley y a manos llenas
amor
sos un
cachito de cielo
*****
No saben
juntar
hormigas en el parque
armar
calabozos de malva
subir
escaleras
que no van a
ninguna parte
caminar con
la cabeza
apagar
escarabajos con el dedo
tomar del
mismo vaso
auscultar
con la lengua
y llamar por
fax al cielo
No saben
*****
Que no me
mate la desesperanza
que el amor
me empuje leguas
me encabrite
me enduende
el aire.
Y me arme de
valor.
Pero en
pleno combate.
Que no muera
de vejez
prematura.
Si he de
vivir
que sea de
veras
a todo trapo
con un fuego
en la cabeza.
Pero ¡por Dios!
que no me
encuentre la muerte
mil veces
muerta
antes de que
venga.
No te quedes
con el sol
en bancarrota
en estos
días de humo
Si has de
quedarte con algo
que no sea
con esta
alegría sin pulmones
ni aureolas
Si te quedás
con algo
te sugiero
mi ternura
en tacos bajos
Te sugiero
este amor de
liebre tibia
y de
aireados navajazos
Que te
quedes
con mis
pases mágicos
y con mi
mano
que se
agarra a la vida
a puro tajo