CLAUDIA AINCHIL



CLAUDIA AINCHIL

(Ciudad Autónoma de Buenos Aires-Argentina)

Y SI...

Y si se caen los dientes
uno a uno
en la anti penumbra?.
Así de repente, como esa jaqueca
que aturde irrumpiendo de espaldas.
Seria como un designio del fin y el comienzo
cierto conjuro maldito
irracional derrumbe como tantos otros
un encadenamiento de raíces sobre arenas movedizas
esa voz pirata atesorando cánones inestables
en la autopista de los ojos ásperos.
Creo que sucedió eso
una irrupción de sitios sombríos
zozobra en el cuerpo, en mi cuerpo
desasosiego que fue mudando cada pieza
de ajedrez en estatua…
tenes que aprender a volar, dijo el hombre sensible
pero mi arquitectura de sal, pensé…
no poder reducir la materia en polvo
conformarse con la lívida realidad
que muestra roturas expuestas.
A veces, en pleno tropel de mundos indiferentes que acechan
no me parece raro poseer la impresión de que cae el telón
como los dientes, uno a uno
mimetismo de colmillos y circunstancias
el disfraz se evapora
los espectadores se alejan a sus techos paralelos.

INVISIBLE

Invisible como un invisible
Molino detenido en el tiempo
Las ventanas semi abiertas invisibles
Asaltadas en una décima esquina
Por nadie
O por alguien nadie
No me salva la recolección de números dispersos
Convertidos en azar
Un clandestino apogeo
Invisible
Ni la salvación eléctrica de manos
Que se lavan a si mismas
Como Pilato sonríe acumulando
Buenas intenciones
Envician el aire en la oscuridad
Siempre invisible
No visible incorpórea
Un hábito alojado en errores que evitan aprender
Como esos inciensos de primavera inquieta
La ausencia de olfato rasgó el sueño invisible
El trazo se desvaneció
Hay almas raras que uno encuentra
Se escurren dentro y disparan
No podemos evitarlo
Con una exhalación nos mudan
Atrapando
Hubo signo y mensajeros?
Cuarenta y cinco minutos y el destierro
Invisible como un invisible
Asi…molida en tela de araña de un pantano visible...

SIN PUNTOS

Vidrio pensado a través de otro cristal agua
Buenos Aires manada de otoño invierno
café dando tiempos al tiempo escondido
distancia minuciosa del personaje
por antesalas que llevan un nombre
pegado, urbano impuesto de una época
que nos mantiene extrañamente con ceño
y arrugas y paginas del alfabeto
que se asfixian a si mismas
cima pequeña con gente alrededor
medio kilo de café molido fino
no estar esperando
lágrima en pocillo pequeño
esa palabra
el poeta conlleva tarjetas de llantos
alegría repentina express
retumbar cuando los derrumbes se aproximan
de pies a cabeza tirito en tu mirada clara
dije hombre sensible una vez
destemblar si digo amor y tu viaje continua
yo como un imaginario numero invisible autónomo
un culto a la propia esencia
situándola en el asador sin pudor
otros se espantan, lo huelo
puedo advertirlo en sus gratuitos dedos señalando
el por que desde otro ángulo
orillas vacilantes, esperas inconclusas
la habitación política como un transgresión por resolver
se florece o desanda me pregunto
tanto alquiler de almas
contextura al revés en el instante en que todos corren
y no alcanzarlos
no.
Es tocar el timbre cuando me voy.

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